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Estonia es un pequeño país europeo con la misión de convertirse en uno de los principales centros de negocios de Europa. La e-Residencia, que aprovecha el esfuerzo del país por digitalizar los servicios gubernamentales, es central para ese objetivo. Sin embargo, recientes contratiempos están llevando a algunos a cuestionar la viabilidad futura del programa. En esta publicación, cubro el más serio de esos contratiempos, el cierre de cuentas bancarias.
Desde que Estonia lanzó el programa de e-Residencia, obtener una cuenta bancaria de negocios local ha sido algo desafiante. En el mejor de los casos, requiere una visita personal y en el peor, simplemente no es posible. Sin embargo, había mucha esperanza, ya que los encargados del programa seguían prometiendo la apertura de cuentas a distancia y más cooperación por parte de los bancos.
Esto empezó a cambiar a principios de 2017, cuando comenzaron a surgir rumores sobre el cierre de cuentas. Los afectados reportaron que los bancos les decían que no tenían suficientes vínculos con Estonia y, como tal, representaban un riesgo demasiado grande desde la perspectiva del lavado de dinero. No importa que sean e-Residentes, que dirijan negocios registrados en Estonia, que tengan contactos administrativos y direcciones locales estonias.
Aún así, pensé que debía haber una razón lógica detrás de esos cierres de cuentas. Después de todo, la mayoría de los afectados, al menos inicialmente, parecían ser nacionales de la CEI y no es ningún secreto que esos países son notorios por el lavado de dinero y el fraude.
Para finales de 2017, sin embargo, el problema se había vuelto demasiado grande para ignorarlo o atribuirlo a prácticas regulares de gestión de riesgos.
Comencé a investigar y los datos que encontré revelaron la escala del problema. Miles de cuentas habían sido cerradas desde principios de 2017 hasta 2018, la gran mayoría pertenecientes a no residentes (tanto e-Residentes como no e-Residentes, todos propietarios de negocios estonios). Sorprendentemente, algunas pertenecían a residentes estonios.
Considerando que solo un par de miles de negocios han sido establecidos por e-Residentes hasta ahora y que solo un pequeño porcentaje de esos tienen banco en Estonia (en lugar de usar TransferWise o similares), los números son asombrosos.
Tan asombrosos, de hecho, que ponen en riesgo la misma supervivencia de la e-Residencia.
Sé que hay alternativas y que es posible tener banco en otros países. El problema aquí es que la e-Residencia se comercializa como una solución completamente digital que permite a los emprendedores de todo el mundo iniciar negocios rápidamente y de manera conveniente. Sin la cooperación completa de los bancos locales, eso simplemente no es posible. Tener la capacidad de abrir una cuenta bancaria de negocios en el mismo país donde se registra un negocio es absolutamente crucial.
Esto también elimina la única ventaja competitiva que Estonia podría haber tenido sobre otros países, la capacidad de abrir fácilmente cuentas bancarias de negocios a distancia. Porque poder hacer todo lo demás a distancia no es una ventaja única de Estonia, muchos otros países permiten que todo se haga a distancia (Reino Unido, EE. UU., Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Singapur, etc.). Para el registro, la tributación no es una verdadera ventaja competitiva aquí ya que la mayoría de las empresas estonias gestionadas desde el extranjero no son residentes fiscales estonios y, como tal, no se benefician de la falta de impuesto sobre la renta corporativa sobre las ganancias retenidas.
Entonces, ¿por qué está pasando? ¿Y qué se puede hacer para revertir la situación y salvar el programa?
Por qué está pasando
Sería fácil culpar a los bancos por lo que está pasando, pero también sería incorrecto. Los bancos no están cerrando todas estas cuentas porque no quieran esos clientes. Las están cerrando debido al riesgo regulatorio que representan.
En los últimos años, los gobiernos de todo el mundo han implementado una serie de regulaciones destinadas a abordar el lavado de dinero y la erosión de la base imponible. Estas regulaciones han transferido esencialmente la carga de la vigilancia a los bancos y otras instituciones financieras, con la amenaza de multas masivas por incumplimiento. En otras palabras, los bancos han sido responsabilizados por las acciones de sus clientes, al menos hasta cierto punto.
Esto es muy aterrador para ellos y es aún peor cuando se pone en el contexto de la e-Residencia. La mayoría de las empresas registradas por e-Residentes se gestionan completamente desde el extranjero, algunas desde fuera de la UE. Muchas son de vanguardia por naturaleza, difíciles de entender desde una perspectiva de gestión de riesgos convencional. La mayoría de sus transacciones son transfronterizas y su situación fiscal a menudo es turbia. En muchos casos, es imposible procesar a los empresarios detrás de esas empresas.
Entonces, ¿qué se podría hacer para solucionar este problema?
Una opción que ha estado rondando es que el gobierno estonio podría obligar a los bancos locales a abrir cuentas para empresas de e-Residentes. Incluso podría obligarlos a abrir esas cuentas a distancia. Sin embargo, es poco probable que esto suceda, ya que crearía un riesgo significativo para el sector bancario estonio, que es pequeño y muy vulnerable (especialmente para las cuentas corresponsales). También pondría al gobierno estonio en aguas muy calientes con los reguladores de la UE.
Una mejor opción, en mi opinión, sería la creación de un nuevo tipo de cuenta bancaria, que solo permitiría transferencias SEPA (y solo dentro de la UE). Sin efectivo, sin SWIFT, sin notas de crédito, etc. La cuenta sería ofrecida por los bancos locales, podría ser abierta a distancia y podría estar vinculada a PayPal, Braintree, etc. Tal cuenta sería de bajo riesgo para los bancos y haría el trabajo muy bien para la mayoría de los e-Residentes.
Otras opciones incluyen la desregulación (poco probable), alejarse de los bancos (posible, ha habido conversaciones sobre Estonia ofreciendo una tarjeta de débito vinculada a la tarjeta de e-Residencia y tal tarjeta probablemente vendría con un IBAN dedicado), la creación de un banco estatal (poco probable, por las mismas razones esbozadas con la primera opción) o el requisito de vínculos locales (poco probable ya que esto iría en contra de todo lo que el programa representa).
De una forma u otra, tomará tiempo antes de que esta situación se resuelva y a partir de 2024, todavía no hay una solución definitiva a la vista. De hecho, se ha vuelto aún más difícil abrir una cuenta bancaria estonia. Si ya estás dirigiendo un negocio estonio, querrás echar un vistazo a tus opciones.
Tus opciones
Ya tienes una cuenta bancaria estonia
Si tu cuenta es con LHV y no ha sido cerrada hasta ahora, probablemente estés seguro. Si es con otro banco, puede que estés seguro pero tu riesgo probablemente sea mayor. En cualquier caso, recomiendo abrir una cuenta secundaria con una de las compañías de servicios financieros (TransferWise, Revolut, etc.). Usa esa cuenta para todas las transacciones de riesgo medio/alto (transferencias internacionales, compras en línea, etc.). Solo usa tu cuenta bancaria estonia para transacciones de bajo riesgo (transferencias SEPA, pago de salarios, etc.). Esto reducirá el riesgo de ser marcado por el software de gestión de riesgos del banco. También te dará algo en qué apoyarte en caso de que tu cuenta bancaria estonia sea cerrada.
Tenías una cuenta bancaria estonia pero fue cerrada
Si vives en Europa y la compañía de procesamiento de pagos que utilizas acepta pagos SEPA, puedes abrir una cuenta con TransferWise, Revolut, etc. y usar esa cuenta para operar tu negocio. Si no vives en Europa o tu compañía de procesamiento de pagos no acepta pagos SEPA, la situación es mucho más complicada. Puedes intentar abrir una cuenta con un banco en otro país de la UE (Malta y Chipre son opciones populares) o puedes intentar encontrar una solución alternativa (una compañía de servicios financieros que ofrezca una cuenta con IBAN, por ejemplo).
No tienes una cuenta bancaria estonia y necesitas una
Tu mejor apuesta, por ahora, es intentar con LHV. Si eso no funciona, puedes intentar con los bancos en Malta o Chipre. Otra opción es esperar y ver si el gobierno estonio o la UE implementan alguna de las soluciones mencionadas anteriormente.
En resumen, la situación de la banca para los e-Residentes en Estonia es complicada y no hay soluciones fáciles. Sin embargo, hay opciones disponibles y, con algo de esfuerzo y creatividad, es posible encontrar formas de trabajar dentro o alrededor de las limitaciones actuales.
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